Runas: Escritura y Magia

Existen algunos registros históricos que muestran que las runas además de un sistema de escritura fueron usadas con fines mágicos en Escandinavia. De esta tradición viene la adivinación rúnica.
A principios de la Edad Media, cuando la población escandinava en su gran mayoría no sabía leer, la escritura tomó la fama de ser un arte secreto, mágico e iniciático.
Además las runas no tenían nombres abstractos como las letras de nuestro alfabeto latino, sino que se designaban por palabras comunes que empezaban por el sonido representado por la runa, lo que favoreció que se cargaran del concepto del nombre del objeto usado y que cada runa se convirtiera en un símbolo de ese concepto. Así, la inicial de la palabra que designaba "fuerza" pasó a llamarse "fuerza". Y de este modo tan curioso, las propias letras se convirtieron en un método de adivinación, uno que incluso el mismo Odín utilizaba en la Edda Poética.

En nuestro Museo del Tarot tenemos diversas barajas basadas en la escritura Futhark, con diferentes estilos e iconografías. Destacan, por ejemplo, el tarot rúnico de Caroline Smith o el oráculo de las Runas de las Brujas de Silver Ravenwolf.




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