Orígenes del Tarot: La contribución de un coleccionista advertido

(Traducción de un artículo que apareció originalmente en esta url, escrito por el reputadísimo Jean Verame)

Orígenes del Tarot : la hipótesis aviñonesa

Dígase lo que se diga, ecríbase lo que se escriba, no se sabe NADA del origen de las cartas de Tarot. Los historiadores italianos se acercaron al tema pero, al entender que no podrían remontarse a las fuentes mismas, sólo se preocuparon por lo que tenían al alcance de la mano, o sea esencialmente los Tarots Visconti (segunda cuarta parte del siglo XV) y otras cartas esparcidas.

Aludo aquí a historiadores de arte, por cierto muy sutiles, pero que desafortunadamente abandonaron sin tardar una investigación que les pareció vana. Dado que dichas cartas se encontraban en Italia (algo lógico ya que se destinaban a las familias Visconti y de Este) decidieron que sólo pudieron ser inventadas por pintores de la misma región. Por consiguiente, concluyeron que el Tarot había nacido en el Norte de Italia y que finalmente lo interesante sólo radicaba en descubrir a los autores de aquellas cartas. 
 
Así, todos se pusieron a estudiar y comparar las técnicas de distintos pintores, sin hacerle caso a la influencia altamente gótica de aquellas estampas iluminadas. La primera mitad del siglo XX, pues, dio lugar a un sin número de afirmaciones, denegaciones e infirmaciones. Más tarde, tras la batalla de los nombres de los autores posibles, vino la guerra de las fechas. Todo aquello acompañado con puntos de interrogación prudentes ya que resultaba imposible sacar cualquier conclusión. Sin embargo y para simplificar, todo acababa por ser italiano aunque eso implicara pasar por alto varios enigmas, nunca resueltos, y ciertas incoherencias.

Como nadie hasta hoy parece haber estudiado de forma global, no tanto la pintura de la Edad Media sino más bien las iluminaciones y las miniaturas de aquel período, me parece ú

Aviñón fue, a lo largo del siglo XIV, desde 1305 hasta 1403, el centro de Europa y del mundo cris

Paradójicamente, aquella ciudad cosmopólita, atiborrada de artistas, peregrinos, artesanos, banqueros, en la que se hablaban varios idiomas (provenzal, francés, florentino...), además del laen por supuesto, se vació de todas sus riquezas. Entonces, no nos debe extrañar la ausencia increíble de cualquier rastro de naipes, ya que casi todo desapareció, excepto los edificios y sus frescos.
En aquella época circulaba gran cantidad de elementos simbólicos y de figuras alegóricas bajo forma de imágenes destinadas a un pueblo analfabeto en su gran mayoría. Vidas de santos, de Jesús, de María ; pero también viñetas educativas, sacadas tanto de la Annahipi, y también ybes o ybys, como los naibis para niños en Italia, que dieron la palabra naipes en España. Entre todas estas imágenes, unas fueron introducidas en las barajas y se convirtieron en los triunfos del Tarot. ¡ Y no faltaban las posibilidades de selección ! Sobre una lámina datada del siglo XV (Fig.1) se descubrieron cincuenta figuras entre las cuales se pueden ver, además de los triunfos del Tarot : la Lógica, la Retórica, la Teología, la Miseria, el Tiempo, la Prudencia, la Caridad, la Esperanza, la Razón, la Melancolia...y también a Mercurio, Venus, Apolón, Jupiter, Caliope, etc... Todos podrían perfectamente sustituir a la Templanza, al Mundo, a los Enamorados, a la Torre , a la Fuerza, a la Luna, al Sol ...etc. Es necesario leer las obras de Chris
hasta Le Cœur d’Amour Epris de René d ’Anjou (el Rey René) donde, además de la Templanza, la Fuerza, la Fortuna, o sea todos los triunfos ya conocidos, encontramos la Virtud, la Razón, la Esperanza, la Melancolia, el Vicio, la Pereza, el Amor, la Castidad, que hubieran podido también ocupar el lugar de los triunfos existentes.


Por otra parte, la total ausencia de damas en las barajas italianas, así como en los juegos españoles, cuando en los naipes franceses siempre estuvieron presentes, nos conduce directamente a nuestro Tarot. Una acta notarial de 1381, que le prohibe a un marinero marsellés jugar a las cartas durante la travesía rumbo a Egipto, demuestra sin lugar a dudas que las cartas exisean. Y no se puede imaginar que los naiperos marselleses o aviñoneses pudieran conocer la existencia del Tarot Visconti, escondido dentro de un joyero o un cofrecito en el palacio ducal de Milano. El contrario parece más probable. Estamos aquí frente al dilema de la gallina y del huevo pero ¿quién puede demostrar hoy que fue Marsella la que copió el Tarot ducal y que no el revés?.... 

 
Más aún : en el Museo del Petit Palais en Aviñón, se pueden observar frescos procedentes de una mansión de Sorgues, a unos diez kilómetros de la ciudad papal. Uno de ellos representa a un «Valet de perro» (Fig.2) . Estos frescos fueron realizados entre los años 1360 y 1380. También, en Villeneuve- lez-Avignon, enfrente de Aviñon pero del otro lado del Ródano, se puede ver a otro «Valet de perro» (Fig.3), pintado como el primero durante la presencia de los Papas. Ahora bien, los Locos del Tarot siempre llevan un perro pegado a sus piernas. Y más todavía : existe una enorme canFig.4). Por lo general son Valets de picas (Fig.5), pero los hay con otros símbolos (Fig.6). Casi no se encuentran nunca en las barajas italianas, excepto en los Locos procedentes del Tarot de Marsella.



La carta más antigua conocida es la que forma parte de la serie llamada « de Goldschmidt », del nombre del coleccionista que poseía nueve cartas de aquel mazo, pintadas sobre pergamino y que se suponen ser provenzales. Aquel mazo incluye, además del Valet de perro (Fig.7), un cinco de bastos, un as de copas y otro de oros. Eran los símbolos que se usaban en el Sur de Francia en aquelle época. Sin embargo, teniendo en cuenta que nada estaba insCaza de Ambras, o la de Stuwgart o también el Loco de la otra baraja Visconti que se encuentra en la Universidad de Yale), se puede afirmar que el Tarot no pudo ser creado de una sola vez y por un solo pintor, sino que se introdujeron poco a poco algunas figuras, con el mero objetivo de volver el juego más complejo. 


Figura 7. Valet Goldschmidt


Estas imágenes, de origen y aspecto diferentes, se convirtieron en triunfos, como lo confirman los numerosos ejemplares encontrados en las bibliotecas de los reyes franceses Carlos V y Carlos VI. Pero, para los que opinan que el Tarot fue inventado como por magia por un único pintor, a pesar de que se aparenta con las iluminaciones, resulta problemático el hecho de que el pintor al que atribuyen la « invención » del Tarot es esencialmente conocido por ser autor de frescos.

Conviene ahora recordar el imnenso éxito, en toda Europa, del Libro de la Caza, de Gastón Phoebus, cuyo ejemplar más hermoso fue realizado a principios del siglo XV, el siglo mismo del desarrollo supremo del arte de la iluminación, apoyado a la vez por los Duques de Berry, de Borgoña y de Bedford. Aquel manuscrito (N°616 de la Biblioteca Nacional de Paris), lleva ilustraciones con fondos guiloches como se suelen encontrar en muchísimos manuscritos anteriores, realizados por iluminadores aviñoneses a fines del siglo XIV. Y cabe recordar que, en el momento en que fue iluminado aquel manuscrito, los distintos artesanos trabajaban de modo colec
poseía naipes que eran, para él, los más antiguos de Europa y que estimaba ser de origen provenzal. Se trata de dos Valets, de picas y de tréboles, con un perro pegado a sus piernas (Fig.8). Pero un sin número de estos Valets y Locos existen en decenas y decenas de barajas (Fig.5 et 6). 

Otro descubrimiento : cualquier sea el Tarot que Usted tenga entre las manos, podrá comprobar que la Imperatriz, y a veces el Emperador, llevan un « águila » sobre el blasón (Fig.9). Si bien Aviñón formaba parte del Santo Imperio Romano Germánico, cuyo emblema es el águila, se trata de... un gerifalte. En efecto, este ave fue el tradicional emblema de Aviñón hasta que la Reina Jeanne vendiera la ciudad al Papa Clemente VI en 1348 (Fig.10). 



 
Y si uno visita la mansión edificada entre 1340 y 1350 para el Cardenal Ceccano (hoy conver

 
En 1403, el último Papa de Aviñón, Pedro de Luna, llamado Benedicto XIII, huye disfrazado del Palacio para refugiarse en Chateaurenard. El fin del papado causa una verdadera desbandada, ya iniciada en 1398, que vacía la ciudad de la mayoría de su población y dispersa por toda Europa lo que se podia llevar...Pero estos nuevos indicios deberían de dar paso a nuevas pistas de investigación.
Desgraciadamente, todos los archivos de aquella época fueron destruídos en 1790 – 1791, durante la guerra de anexión de la ciudad papal al Reino de Francia. 


Unos datos históricos para corroborar esta hipótesis. 

En los entornos de Aviñón, en las pequeñas ciudades de Sorgues y Entraigues, se cuentan, ya desde el siglo XIV, un gran número de molinos dedicados a la fabricación del papel . Una acta notarial redactada en Aviñón, el 15 de Enero de 1431, nos indica que un artesano que explotaba molinos en los entornos dela ciudad, vendió a unos mercaderes italianos toda su producción de papel, y entre otro, papel para la fabricación de naipes. 


La existencia de talladores de moldes ya queda comprobada tanto en Dijon, en 1393, como en Ulm, en 1398, o en Florencia, así que Aviñón, capital del mundo cristiano, no puede no contar con sus propios talladores de moldes para naipes. El Papa Clemente V preconizaba la difusión de imágenes santas. El primer naipero aviñonés conocido, nombrado en un registro notarial, era mercero desde 1419 y, en otra acta de 1439, se le designa como « factor cartorum », luego como « factor cartorum et pictor », dos oficios compa

Petrarque se instala en Aviñón de 1312 a1354 y, al volver a Italia, compone su obra Triunfi, nombre se da precisamente a los triunfos del Tarot. 

La palabra « taraux » se conoció por primera vez en 1505 y precisamente en Aviñón. Se sabe ahora que la palabra « tarocchi », cuyo origen no reconocen los italianos, procede del Sur de una zona situada en la rivera derecha del Ródano ; una región, pues, que todavía no formaba parte del reino de Francia.
Cuando examinamos las escasas barajas que llegaron hasta nosotros ( « La Caza en la Corte de Ambras ; la baraja llamada de Stuwgart ; las cartas llamadas de Goldschmidt ; las que fueron regaladas a la familia Viscon< ; o las llamadas de Carlos VI ) se nota que en todas prevalecía la fantasía. Encontramos reyes de flores, damas de loros, valets de granadas, a pie o a caballo ; series de animales ; mezcla del mundo sacerdotal y civil ; elementos simbólicos y figuras alegóricas... Todas reflejan la increíble fantasía de aquella época, como lo ates


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