Museo del Tarot se une a la Celebración del Orgullo LGTB 2010 en Madrid. Reconocemos que no existen diferencias entre los seres humanos. Reconocemos que todos, Distintos y Diversos: Somos Uno. Decididamente, nos reconocemos como Humanidad.
Krishnamurti, en su libro Temor, placer y dolor, se cuestiona si el ser humano aprende a través de la experiencia. En su reflexión hacia ese pensamiento, entre otras cosas, determina que no. Si aprendiésemos a través de la experiencia sencillamente no existiría la guerra. Solamente en el siglo XX los seres humanos han (o hemos) matado a más de 100 millones de congéneres. Análogamente podemos acercar esta reflexión a las diversas luchas de las llamadas "minorías". ¿Hemos aprendido, como humanidad, de la lucha de las minorías? Los primeros en adquirir el derecho al voto, tras su lucha, fueron los hombres "negros". Los mismos fueron ayudados por las mujeres quienes para ese momento todavía no disfrutaban del derecho al voto. Cuando les tocó a éstas luchar por sus derechos, se quedaron solas. Los hombres "negros" no podían darse el lujo de apoyar su causa, imagino que entre otras cosas, por miedo. Así cada minoría ya sea racial, sexual, religiosa, etc. ha tenido que asumir una lucha individual por legitimizar su presencia o realidad dentro de la sociedad. ¿Por qué? ¿Por qué si has sufrido desprecio, marginación por lo que eres, por lo que has decidido ser, por lo que crees o declaras… una vez adquieres poder marginas al otro que cuestiona los límites de tus prejuicios igual o peor de lo que hicieron contigo? Tal vez, el reto reside en reconocer que yo soy mujer, yo soy hombre, soy lesbiana, soy gay, soy transexual, soy bisexual, soy intersexual, soy negra, soy blanco, soy azul y amarillo y rosado, soy judío y musulmán y budista y cristiano, soy santera, soy chamán, tarotista y esotérico, soy feminista y soy machista también y soy de derechas y de izquierdas y del centro y de más allá…
¿Por qué ese énfasis en el ellos? Es decir, ellos necesitan derechos o igualdad (en el supuesto que simpaticemos con la causa de su reclamo), ellos tiene que ser respetados. Por qué no emplear siempre el yo, el nosotros. En definitiva de lo que hablo es que Yo Soy Humanidad.
Sería recomendable romper con las barreras y las limitaciones que surgen del sexo, el género, la sexualidad, las creencias religiosas o políticas, la nacionalidad, entre otras. Todas estas categorías crean división y nos hacen creer o asumir como realidad la ilusión de que estamos separados unos de otros. A veces las formas son tan distintas que nos hacen pensar que el contenido también es diferente. Nos olvidamos de que toda la materia que existe en el Universo está compuesta de átomos y de las partículas elementales. En esas dimensiones microscópicas, todos somos literalmente Uno. Así también en otras esferas del Ser y la Conciencia.
Si logramos ver al otro (cualquiera que este sea) como una parte de mí o como un reflejo de los aspectos de mi interior (reconociendo que el exterior siempre es reflejo del interior) puedo tener compasión y puedo amar. Puedo entender que su lucha, que su diferencia, que su diversidad también es mía y coexiste y cohabita con lo que yo soy y voy siendo. Por eso la llamada crisis económica va más allá; como decía Krishnamurti, es realmente una crisis interna y estamos muy poco dispuestos a encararnos con eso. En la medida en que podamos reconocerlo, en que asumamos nuestra responsabilidad con todo y con todos, habremos co-creado una sociedad, una humanidad radicalmente distinta.
¡Distintos y Diversos: Somos Uno!
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