El Oráculo de los Ángeles


Bendito el hijo de la Luz
Que busca a su Padre Celestial.
Pues tendrá vida eterna.
Aquel que mora en el lugar secreto
del Altísimo
Permanecerá bajo la Sombra del Todopoderoso.
Pues pondrá sus Ángeles a su cuidado,
Para protegerte en todo tu caminar.

El Evangelio de los Esenios


“Los ángeles han sido nuestro vínculo con la Fuente Divina -el Origen último de toda la creación- desde el comienzo de nuestra búsqueda de los misterios de la vida y de la naturaleza de nuestra existencia. Son también aspecto de nuestra relación con la Fuente que representa la intención total de bondad, pureza y luz.” De esta manera tan contundente, comienza la introducción del hermoso y completo libro que complementan las 36 cartas del El Oráculo de los Ángeles de Ambika Wauters. Ese es el propósito principal por el cual este poderoso Oráculo ha sido creado, y con toda probabilidad, el propósito de nuestra existencia por estos parajes de la realidad física: alcanzar la Unidad con la Fuente Divina.



Este ángel se muestra sosteniendo un lirio, que es aquí un símbolo de reconciliación, ofreciendo esperanza y solaz a quienes lo necesitan. El ángel nos ofrece la paz y la sabiduría que necesitamos para la reconciliación. Trae la nueva aurora de la consciencia, cuando iniciamos nuestras vidas frescamente, viviendo mágicamente en el momento presente.


El Oráculo de los Ángeles, nos confiesa Wauters, “es una oportunidad de volver a encender la conciencia del puente que existe entre nuestras vidas ordinarias y el reino de la Divinidad. Las cartas como el libro son el resultado de sus años de experiencia en el desarrollo de la clarividencia, la intuición y el uso de herramientas como el I Ching y las Runas. Más adelante continúa, “surge de una curiosidad acerca de los ángeles, y de un sentido amaravillamiento y deleite sobre el modo en que completan nuestra realidad física y ayudan a que se desplieguen nuestras vidas.”



El Ángel de la Serenidad porta la paloma que simboliza la serenidad de la vida. La postura calmada evoca la tranquilidad y la paz que constituyen el don de este ángel para nosotros. La serenidad es una bendición que nos permite sentirnos seguros y cómodos. Con el don de la serenidad tenemos la oportunidad de ser fructíferos en nuestras vidas.


Para Ambika Wauters, El Oráculo de los Ángeles ofrece un sentido profundo y permanente del Sí y que nos muestras cómo la Divinidad a través nuestro para ayudarnos a traer orden y claridad a nuestras vidas. Está destinado a ser simple y agradable al uso. Es un modelo del amor y la perfección de los reinos Angélicos, y nos ofrece una relación especial con aspecto de nosotros mismos con aspectos de los que pudiésemos no habernos percatado antes. EL Oráculo nos brinda la posibilidad de acercarnos a los ángeles que nos guían y protegen en el sendero de nuestras vidas.


El Ángel del Discernimiento se ha elevado por encima de las nubes de la confusión, y sostiene un orbe que expresa la claridad de intención. El don del ángel es la luz del discernimiento, y cuando nos enfocamos en esta luz somos capaces de ver lo que es para nuestro bien más elevado. El ojo es el símbolo del Cielo del Paraíso.


Podemos utilizar las cartas de los ángeles para diversas situaciones. Ya sean para inspiración, dirección, discernimiento, auto-conocimiento, para restaurar la conexión con nuestro Ser Divino. Ofrecen asistencia en el trabajo, en nuestras relaciones y finanzas. Al invocar a los ángeles, Ambika les pide que les revelen su amor y guía a través del mazo de cartas. “Me recuerdan que cuando dejo marchar mi ego, ellos actúan como soporte y guía a través de mis temores o indecisiones.” Aprendamos a confiar en esa sabiduría extraordinaria que poseen estas entidades que Dios ha dispuesto para instruirnos, asistirnos y cuidarnos. Las cartas de El Oráculo de los Ángeles nos revelarán tendencias con las que podemos trabajar con el fin de expandir nuestras conciencias y de integrar las fuerzas arquetípicas de nuestra psique.



El Ángel del Poder se ilustra como una masa arremolinada de energía entre el mítico caballo Pegaso y una inmensa ballena. Uno simboliza la transformación de la materia, ligada a la tierra, en espíritu; la otra, la enormidad de la creación natural. Las bellotas muestran que incluso la semilla más pequeña tiene el poder del crecimiento y la creación.



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